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Mostrando entradas de diciembre, 2011

UNA FOTO ENTRE LAS MANOS

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    Tenías la mirada llena de sueños e incertidumbres. Eras bella y salvaje. Todas las nieblas de mis días se diluían a tu paso. ¿No lo recuerdas? Nos amábamos con la osadía de la edad donde las fantasías se envuelven en noches de pasión; dueños y siervos de nuestras propias ansias juveniles. Entre mis manos una foto liviana en su materia, pesa como la losa más compacta, por que alberga en ella el tú y el yo; todo lo que fuimos y quisimos ser, todo lo que dejamos al borde del camino. Eras toda pasión y tu piel tenía la frescura de los años en que los vientos rodean las perdidas cabañas que se esconden en los ignotos bosques del exceso. La fotografía conserva toda la luz de aquellos años, de aquel tiempo en que la fuerza de la juventud nos permitía cruzar mares que no figuran en las cartas de navegación y la rosa de los vientos giraba sólo para ti y para mi. Una foto entre las manos puede hacernos comprender que poco dura la felicidad, se escapa entre los dedos sin apenas percatarnos

LA MUERTE, ETÉREO CONCEPTO DE RAICES IGNOTAS

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     Un suspiro profundo, tenso en su inspiración, relajado en su espiración final. Después, la nada. Todo es silencio alrededor. Sólo un cuerpo inerte ha quedado de nuestra existencia, de nuestros sueños, nuestras ilusiones, nuestras esperanzas. En la infancia, como algo ajeno a nosotros, lejano, van cayendo los primeros familiares cercanos, más jóvenes, más viejos. Pero nosotros estamos en otro mundo. Cuando comienza a existir la muerte como sino implacable que dominará el resto de nuestra vida, todo cambia y la niñez se torna menos liviana. Después, con la juventud, creemos poseer invulnerabilidad. Las locas y apasionadas horas de una época que emana vida por todos los poros de la piel. Sólo cuando los que nos dieron la existencia desaparecen, asimilamos que la muerte nos acecha. En realidad lo ha hecho siempre, desde el primer instante en que respiramos. Amigos cercanos de nuestra edad caen abatidos por el azar del destino, y un nuevo capítulo se abre en la forma de sentir un