PERSEGUIR LOS SUEÑOS - REFLEXIONES DE UN POETA EN LA SOMBRA - XXIX
Veo seres humanos en sus púlpitos
lanzando discursos de escasa originalidad y harto engañosos. Observo sus
rostros ya maduros sonrientes, llenos de sí mismos. Rondan la edad en que las ideas se han enquistado y uno no es más que lo que su escaso intelecto le ha
permitido aprender y elucubrar. Con sus manos lechosas movidas al viento,
bracean convencidos de lo esplendidos que son y qué vida tan estupenda tienen. Sus impecables trajes tienen una
costra de excrementos invisible formada por todas sus falsas palabras, sus promesas
incumplidas, su desprecio a todo lo que no sea sus casas, sus coches, sus
gentes. Viven allí en las altas torres donde
no sopla jamás el viento de la humildad, ni llega el lamento ni el
llanto de los oprimidos. Aunque los veáis
posando elegantes y señoriales, defecan igual que todo el mundo,
enferman y moquean, tienen innumerables miedos a todo lo que no pueden
controlar con sus mezquinas miradas y severas normas. ¿Hasta cuándo seguirá la
farsa? ¿Cuándo el mundo se abrirá a los poetas? ¿Cuándo el arte será aclamado
como máxima expresión de vida? ¿Cuándo la televisión, la red y los grandes
centros de reunión serán el reino de los creadores? ¿En qué día el ser humano
volverá a encontrar la belleza en la música? No puede ser cierto que la
hipocresía y la mezquindad triunfen sobre la genialidad. Miles de años de “evolución”
no puede acabar en una burda farsa despreciable. Es el momento de dejar de
agonizar de realidades y perseguir los sueños.
FOTO DE JULIO MARIÑAS |
Siempre habrá seres especiales, no importa tanta mezquindad.
ResponderEliminarBrindo por aquellos que nos dan su arte, su genialidad.
Buena entrada.
Saludos.
Gracias, Pilar. Un saludo.
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