ANTES, HOY Y DESPUÉS - (REFLEXIONES DE UN POETA EN LA SOMBRA - XXXI)
Antes no sabíamos muchas cosas.
Hubo un tiempo en que hasta las utopías nos parecían realizables. Hoy sabemos
mucho. Saber mucho es tener mucho de que preocuparse. Pero nada ha cambiado. El
rico sigue más o menos rico; el pobre sigue más o menos pobre. Con la salvedad de que ahora vemos sus rostros. Vemos como se ríen en nuestra propia cara. Pero no
les importa. Su vida está resuelta. Los cadáveres físicos y psicológicos que
decoran el camino que han transitado los señores de la opresión les traen sin
cuidado. Ellos tienen una moral que no va más allá de los muros donde residen
sus lujos. Y la ética les suena lejana música celestial. Este es el mundo. Sólo
mediocridad y tristeza amontona el ser humano social, mientras gritan los niños
del olvido y los ancianos con una vida ya hecha ven desmoronarse cada día lo
que con años de esfuerzo y sueños consiguieron. El único consuelo es que la voz
del poeta seguirá latiendo en la sombra cuando sus pelos engominados y lacados
ya no sean más que mondas calaveras.
FOTO DE JULIO MARIÑAS |
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