UNA MALETA Y LA LUNA - XX
-Podemos discutir todo el día, si usted
quiere; pero, sin una orden judicial, aquí no entra nadie.
-Calmémonos un poco, señores.
-¿Que me calme? No sé cómo tengo que
decirle que me da igual lo que diga esa señora de la pensión. Mi madre murió
hace seis años. ¿Lo entienden? La historia que cuenta esa mujer es inverosímil.
-Lo cierto es que dice que su huésped salió anteayer a primera hora de la mañana, apremiado por la Señora Asunción.
-¡Y dale! Pero qué clase de jefe de policía
es usted. ¡Mi madre está muerta! ¡Muerta! Y ustedes me sacan de mi trabajo a
las cinco de la tarde, me hacen conducir cien kilómetros, porque esa señora
dice que le dijeron que dijo…
-Es dueña de la pensión, y otros clientes
permanentes en ella, aseguran que el señor que ocupa la habitación dieciséis
nunca ha faltado a una comida en todos los años que lleva hospedado allí, y que
siempre decía lo mismo cada vez que se sentaba a la mesa. “Su comida es excelente. El día que falte en esta mesa, será porque
este muerto”.
-¿Y eso le parece motivo suficiente para
llamar a la policía?
¿No tienen nada mejor que hacer, que
tener en cuenta las palabras de unos decrépitos ancianos hastiados de la
rutina?
-Escuche, sólo queremos echar un vistazo al
interior de la casa. No sé por qué tiene usted tanto problema en ello.
-Esta casa guarda todo el legado de mis antepasados
como mi madre lo dejó a su muerte. Así quedó. Después de su entierro, pasé la
llave y jamás he vuelto a abrirla. No voy a permitir que entren y revuelvan
todos los recuerdos buscando no sé muy bien qué o a quién.
-De acuerdo. Tendremos que pedir una orden
judicial.
-Pues hágalo. Mientras tanto, yo regreso a
casa. He perdido un día de trabajo. Adiós.
-Ahí lo va. A estos ejecutivitos, jefe, hay
que darles de comer a parte.
-Lo cierto es que algo de razón tiene. No
vamos a molestar al juez con este asunto. La Señora Asunción lleva muerta seis
años. Y el cliente ese de la pensión, sin familia ni nadie que lo reclame,
probablemente no tenga interés para nadie. Recojan el dispositivo. Nos vamos.
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