EL MUNDO EN QUE VIVIMOS
De los señores feudales de la Edad Media, a
los terratenientes de los siglos XIX y XX, hasta los señoritos del siglo XXI;
estos últimos mucho más afortunados cuando, sobre una actitud hipócrita y
vanidosa; roban, desprecian y estrangulan al pueblo. La recompensa es que;
lejos de ir a la cárcel, siguen viviendo a costa del sudor y dolor de la
mayoría de la población que, como incentivo a sus fechorías, los encumbra y
votan, votan y vuelve a votar a los unos, los otros y los de más allá.. Estos son
los tiempo en que vivimos; como en un tango antiguo, los señoritos desfilan soberbios por los
medios de comunicación que, en aras de informar a la plebe, los mitifican
haciéndoles ocupar las primeras portadas de los diarios y las cabeceras de los
informativos; el lugar que debería estar destinado a la cultura. ¡Ah,
no! Me olvidaba que somos muy modernos, y la cultura es algo aburrido que
pertenece a unos pocos señores tristes y callados. Mientras, como premio mayor
a los nuevos señoritos del siglo XXI, a los asesinos, corruptos y demás
especímenes, se les hace protagonistas de series televisivas y películas. ¿Es
posible un mundo más mediocre y triste? La reflexión para las nuevas
generaciones será: Roba, delinque; mientras apilas una gran fortuna y
reconocimiento mediático que te librará de la cárcel y hará que todo un mundo
idiotizado esté pendiente de ti. No hay mucho más que decir.
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